EL MUSGO EN EL LADRILLO
NOEL DE CANDIDO
EL MUSGO EN EL LADRILLO
Formas de la belleza
Podríamos decir, que la obra de Noel De Cándido es una continuación del trabajo del artista francés Jean Tinguely, pero que a diferencia de este, los trabajos de Noel fueron girando y evolucionando hacia construcciones donde lo orgánico y el objeto ocasional simple dejó atrás a la máquina de movimientos aparentemente sin sentido, como un artista obsesionado con el
garabato autómata, pero Borges con su Pierre Menard nos enseñó que dos obras son distintas aun siendo una copia, por lo tanto, la obra de Noel no es una continuación de Tinguely.
Podríamos decir, tomando como referencia las ideas de Nicolás Bourriaud, que la obra de Noel se puede circunscribir dentro de la estética de la Exforma, lugar donde sucedería la unión de dos mundos, la periferia y el centro, lo útil y el desecho, lo incluido de lo excluido, desde el momento que las obras de Noel son lugares donde se encuentran objetos en desuso y materia orgánica de lo que alguna vez fuera ramas de un árbol con vida, para luego, buscan una reinserción dentro de las cosas todavía útiles que delimitan y contienen las rutinas de los hombres. Pero siento insuficiente esta definición.
Podrimos hacer listas interminables de lecturas y consideraciones sobre el trabajo de Noel, pero prefiero detenerme en uno de sus atributos, lo lúdico, para hacer un juego de interpretación.
Entonces, imagino ser un extraterrestre que llega a la tierra sin conocer absolutamente nada de los seres humanos y sus objetos. Lo primero que veo es la obra de Noel, sus construcciones de ramas, sus máquinas con sus ruidos y objetos con sus luces, la coherencia de lo que veo no me hace pensar en cosas absurdas o sin sentidos, aun sin llegar a entenderla del todo, puedo ver armonía y por lo tanto suponer un sentido.
Mirar de este modo los trabajos de Noel permite pensar que sus obras no buscan competir con el resto de los objetos que nos rodean, ni pretenden segundas oportunidades como cosas útiles, ni terminar en una crítica a los modos y hábitos de vida, y simplemente quieren ser.
El desafío a proponer, es dejar las comparaciones de lado, salirnos de nuestro lugar de usuario que busca en todo objeto que lo rodea una utilidad para ver las obras de Noel como nuevas formas de la existencia.
Las últimas obras de Tinguely, dejaron muy atrás los movimientos erráticos y absurdos de sus primeros trabajos para transformarse en seres mecánicos perfectamente funcionales dotados de sentido particular. Del mismo modo, los objetos de Noel están lejos de ser cosas sin sentido o absurdas, al contrario, buscan y encuentran su lugar en tanto ser para permitirnos verlos como si fuéramos hombres recién llegados de Marte, sin prejuicios ni preconceptos, para de este modo llegar a descubrir sus atributos y su belleza, ahí donde en apariencia es difícil de hallar, como manchas de humedad sobre una pared, como ramas secas al costado del rio, como musgos en los ladrillos.
Mauricio Zamora | Curador | Marzo 2020